miércoles, 6 de mayo de 2009

IX

Mientras los rumores de la existencia de Dios

poco a poco se apagan,

el mendigo, hecho jirones y falto de calor,

lentamente se abrasa.

Ya no reza por algo mejor. Se le agotó

el azul esperanza.


Mientras el gélido aliento de muerte se abraza

a sus podridos huesos,

mi mendigo no cree que estar tenga importancia

y piensa muy en serio

en la vida del Hombre como en un simio que avanza

desde un extraño sesgo.


Por vez primera ha sentido que un día no será,

por vez primera ha sentido vacío el Universo

y la Vida en soledad.


Considerando las alternativas,

el espiritual mendigo opina

que si Dios no existiera en realidad,

habría que inventarlo.

viernes, 1 de mayo de 2009

VIII

¿Qué somos¡?!

Barro,
piedra,
carne,
dioses?
nada.

Esperanzas,
ilusiones,
deseos,
triunfos.

Dudas,
incógnitas,
intuición
remordimientos.

Palabras…

¿Para qué vivir
la vida de un muerto?

Humo,
aire,
polvo…
nada.

“Destruyamos
quienes somos;
amemos
lo que nunca seremos.”

Uno más,
o menos,
pero uno
entre infinito…
Al fin,
¿Qué somos?

¿Qué importa?

¿Qué queda?

Palabras.