miércoles, 25 de marzo de 2009

V

Mirando en los entresijos
de la Historia infinita,
se pregunta si algún día
tendrá sentido. Aturdido,
roto su estómago y su zapato,
se pregunta por qué nos matamos.

Y mi mendigo sabe que no hay respuesta,
pero teme saber que el mismo impulso
que anida en ese Corazón,
está en el suyo.

Y se pregunta qué nos empuja,
y se pregunta
si morir por algo
merece la pena.

(A fin de cuentas, en cada caso,
vivir por algo es morir por ello.)

Mi mendigo sabe la respuesta…
por eso le teme tanto.

1 comentario:

  1. Este mendigo piensa demasiado, por eso es un inadaptado con el que me asimilo.
    Nos matamos porque el mal anida en nuestros corazones. Vivimos por instinto de conservación. Sobre la razón de nuestra existencia y el alma de la vida, no hay respuesta.

    Excelente.

    Un fuerte abrazo de aquélla que admira a este mendigo maravilloso.

    ResponderEliminar