domingo, 8 de febrero de 2009

I

Por los muladares de nuestro Pecado

mi mendigo dormita al Sol en ese huerto.

“Como todo el mundo está siempre en lo cierto

-me explica- nadie está nunca equivocado.”


Mi integridad vendió a precio de mercado,

pero al Hombre le estafaron con sus muertos

-no hay ciegos en este reino, sólo tuertos-,

y ahora me toca vivir acojonado.


Y piensa que puede vivir engañado

y no quiere oír hablar de por qué existe.

No sabe que la Vida es como el Vals Triste:

lo peor viene cuando se ha terminado.

1 comentario:

  1. Creo que tu mendigo sí lo sabe. Piensa demasiado y su percepción es quizás mayor que la de los demás mortales, por eso mendiga. Es un mendigo del corazón.

    Me encanta este personaje

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